Ninniku es la vida de un ser humano que ha abandonado el ego y que esta libre de los obstáculos e impedimentos de sus propios pensamientos y que no esta conciente ni de su despertar ni de su propia práctica. El autocontrol no tiene ningún sentido porque no existe ningún ego. Por eso no se puede querer absolutamente nada – Kodo Sawaki
Las diferentes formas de actividad del Bodhisattva, los seis paramitas, en realidad no pueden ser separados el uno del otro. Mas bien uno conlleva al otro y lo implica a la vez. Por eso el paramita de la paciencia implica también disciplina, generosidad, energia, concentración y sabiduria. De esta manera se puede comprender que la verdadera paciencia no significa ni autocontrol ni tampoco trabajar duro hasta no poder más o resistir lo máximo posible.
Muchos quieren encontrar el despertar por medio del esfuerzo. De esta manera nunca lo conseguirán por que el punto de partida es erróneo. Por lo general esperamos mucho de nuestra vida y nuestro comportamiento acondicionado nos ha enseñado a dejarnos llevar por nuestros impulsos. Nos gusta algo y nos empeñamos a conseguirlo pero tarde o temprano sufriremos un fuerte revés porque las acciones que provienen del impulso provocan reacciones adversas porque son acciones que no provienen de la sabiduría. Esta actitud se parece a la de una persona ciega que intenta de llegar a una meta.
La verdadera paciencia que esta más allá de la dualidad no conoce la expectativa. La acción del Bodhisattva no tiene que ver con el impulso, sino que es una actitud de completa presencia en el aquí y ahora. Al estar completamente presentes no esperamos nada y por lo tanto no queda espacio para ser impacientes. Por ejemplo, al no movernos durante zazen, practicamos la paciencia. Pase lo que pase, no nos movemos y cuando se esta verdaderamente concentrado comprendemos que es necesario dejar hacer a la naturaleza lo que tiene que hacer – sin intervenir.
Al soltar nuestros deseos, nuestras expectativas, nuestros sueños, al soltar incluso el soltar, tenemos la posibilidad de despertar. Despertar hacia la realidad de que lo único que tenemos es este instante y que nuestra vida no acontece ni en el pasado ni en el futuro. Lo que queda es la vida misma y el compartir – solo eso.
La paciencia no significa caer en la pasividad porque se actúa, pero en armonía con cada instante. Al no crear un ego se puede fluir con el mundo y ni la preparación ni la prisa son necesarias. Se hace lo que hay que hacer y se desiste de hacer lo que no hay que hacer, se desiste de provocar la separación. No existe el miedo a nuevas situaciones ni tampoco las sorpresas son posibles, venga lo que venga, sea destructivo, creativo o tentador, cada instante contiene en si todo y es perfecto.
Hola Pablo, tal vez una pregunta para profundizar en el Dokusan con tu profesor del Dharma. ¿Quién decias que era? Gassho
Meiyo, no entiendo como lo que dices tiene algo que ver con el que la palabra dicha sea o no de quien la dice, o si? Gassho
Hola Pablo, gracias por la pregunta. La respuesta va en el siguiente sentido: practicando la atención a través del estudio de los sentidos y con el cuerpo y el espíritu en el aquí y ahora se puede llegar a conclusiones como ¿hay algo o alguien a quien le podamos llamar yo?. Y en consecuencia ¿hay algo a lo que podamos llamar mío o alguien que este separado de los demás? Gassho
Hola Meiyo, una pregunta :¿Si la palabra no es de alguien que la dice, de quién es entonces? ¿Cuando dices que el texto es una interpretación «nuestra», quién es el nosotros? Gassho, Pablo
Hola Juan, lo citado es una traducción de un texto que se le atribuye a Kodo Sawaki. El resto del texto es una interpretación nuestra. Pero más allá: ¿como una palabra podría ser de alguien? Gassho
Maravilloso! Son palabras de Kodo Sawaki?