Ungan Donjo (780 – 841) y Tozan Ryokai (807 – 869)
Ungan (Yün-yen T´an-sheng) vivía concentrado solo en zazen y samu. En primer lugar practicó durante veinte años con Hyakuyo. Tras la muerte de éste, se marchó junto a Yakusan, recibió su educación y se convirtió en su sucesor.
Un día, Ungan dijo a sus discípulos:
“Ahí está el hijo de cierta familia. Si se le pregunta, no hay nada a que no pueda contestar.
-¿Cuantos textos posee? Pregunto su discípulo Tozan.
-Ni una sola palabra” respondió Ungan. Tozan volvió a preguntar:
“Entonces ¿de donde viene su saber?
– Practica día y noche sin dormir.
– ¿Podría preguntarle aun otra cosa?, insistió Tozan.
– Incluso si pudiera contestar no diría nada”.
El día de su marcha Tozan se dirigió a su maestro:
“¿Si tras tu muerte alguien me pide que pinte tu retrato que tendría que contestarle?
Dile sólo: esto es así” Tozan permaneció silencioso y Ungan añadió:
“!Examina estas palabras a conciencia!”
Heredero de Ungan, Tozan (Tung-shan Liang-chieh) fue el undécimo maestro del linaje tras Bodhidharma.
Un día, al cruzar un puente, vio su imagen reflejada en el agua y comprendió bruscamente el significado de la última enseñanza de Ungan.
La expreso en el siguiente poema:
“No lo busquéis en ninguna parte o escapará de vosotros.
Ahora estoy solo y lo encuentro por todas partes.
Aquí y ahora el es yo, aquí y ahora yo soy el.
Solo es así”
A partir de este poema Tozan compuso mas tarde el Hokyo sanmai, “Samadhi del precioso espejo” el principal texto de Tozan, uno de los textos conocidos de Zen soto. Expresa la concentración en zazen.
“Perturbados por las palabras caéis en el abismo.
En desacuerdo con las palabras, llegáis al callejón sin salida de la duda.
Como al contemplaros en un espejo:
La forma y el reflejo se miran.
No sois el reflejo, pero el reflejo es vosotros.
Si se crea una diferencia, por ínfima que sea,
Eso no puede armonizarse con el ritmo de la música”.