EL KYOSAKU

En el camino no hay patriarca del norte o del sur.
La fuente sutil es clara y brillante,
Las corrientes marginales fluyen a través de la oscuridad – Sandokai

Kyosaku originalmente designa el bastón que despierta la atención.
El Kyosaku tradicionalmente en los centros de práctica ha sido usado como una ayuda para disminuir las tensiones o para quitar la somnolencia. Pero también es verdad que en muchos templos tradicionales el uso del kyosaku durante la meditación ha quedado marginado. Esto tiene que ver con un enfoque diferente que se da a la práctica: si el verdadero sentido de la practica de Zazen es que el ser humano pueda volver a ser quien es originalmente, que pueda reencontrar su verdadero ser, Zazen sentado de cara a la pared significa entonces no ser otra cosa que si mismo. Si el Kyosaku pasara por el Dojo, este podría convertirse en un entretenimiento mental con el cual los practicantes podrían comenzara a jugar intelectualmente: “O mira que buena mi postura – no hay necesidad que me pegues” o “que aburrimiento, el Kyosaku me va a refrescar”. Este juego se parece a todos los otros que venimos conociendo ya desde nuestra infancia: nuestra primera mamadera, o después la muñecas o los ositos y después el sexo o el deporte. Y hasta la muerte seguimos jugando, solo que cambiamos un juguete por el otro. Y esta claro que esta no puede ser la práctica de Zazen porque nuestro Zazen no es otra cosa que la realidad misma. Si el Kyosaku no existe y sentimos cansancio o estamos agitados ¿Cuál es la solucion? Hacer Zazen lo mejor que se pueda. El maestro Ushiyama Roshi aclara en este sentido:

“No hay que sentirse presionado a practicar. La práctica depende solo de Ustedes mismos. Puede darse el caso de que estén despiertos pero de que se estén aburriendo a muerte. Para pasar el tiempo piensan en algo determinado y se relajan a ustedes mismos con esta idea. Pero es equivocado pensar que van a aguantar así todo el tiempo; suele haber personas que lo consiguen. Pero si están mentalmente sanos, se sentirían mal y creerán que se están volviendo locos. Una mente normal no resiste estarse sujetando por un periodo largo de sus fantasías. Al final ustedes mismos comprenden por si mismos que lo mejor es dejar pasar las ilusiones y que es mejor volver a la postura correcta de Zazen. O dicho de otra manera: nuestra meditación no esta dictada por una obligación externa; ustedes vuelven, quieran o no, al punto en el cual el yo se tranquiliza por si mismo”.

El Kyosaku, en la historia moderna ha sido también criticado porque en algunas ocasiones ha sido utilizado como castigo y la utilización del Kyosaku como método de castigo es dañino tanto para quien recibe como para quien da y sobre todo – crea Karma. Tal vez sea esta una de las principales razones porque muchos maestros Zen han renunciado a utilizarlo. Si es que en el lugar de práctica se utiliza el Kyosaku, este tiene que ser dado de manera exacta y con el espíritu claro y nunca como método de castigo.

Pero el Kyosaku dado y recibido con respeto, puede representar también una ayuda a cortar las ilusiones y a llevar el espíritu a una dimensión mas elevada y desde hace mucho tiempo que hay maestros Zen que ayudan a sus discípulos de esta manera. El Kyosaku, mas allá de ser visto como un juguete o como un castigo, puede ser una expresión de compasión del maestro al discípulo, que el discípulo debe aceptar con humildad y agradecimiento.

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