COLECCIÓN DE KOAN DEL MAESTRO DOGEN – OCHENTAYCUATRO


Un día decía el maestro Ungan a la asamblea:
– En una familia hay un niño que a toda pregunta tiene una respuesta explicatoria.
El maestro Tozan preguntó:
– ¿Hay libros en esa casa?
El maestro Ungan respondió:
-No hay libros allí, no hay ni siquiera un signo.
El maestro Tozan dijo:
– ¿Cómo es posible que el niño haya acumulado tanto conocimiento?
El maestro Ungan respondió:
-El no ha dormido ni de día ni de noche.
El maestro Tozan respondió:
– Si le preguntamos sobre la verdad ¿puede responder?
El maestro Ungan dijo:
– Aunque supiese como expresar la verdad, el jamás la pronunciaría.

Comentario

Nuestro estado natural algunas veces suele ser comparado con aquel de un niño. Ambos se caracterizan por su espontaneidad, su intuición y la simpleza de su comportamiento. No hay nada, que con ese estado infantil no pudiese ser expresado. Este estado no tiene nada que ver con los conocimientos que provienen de libros.

El maestro Ungan explico que no hay ni un signo en la casa del niño. ¿Cómo puede entonces haber adquirido toda su sabiduría? El niño no dormía ni de día ni de noche, dijo el maestro Ungan, con lo que se refería a la practica continua y entregada. Aunque el niño tenga respuesta a todo, no dice nada en cuanto a la verdad. La razón consiste en que todo lo que se pudiese decir jamás alcanzaría la verdad y seria engañoso. El ninho expresa la verdad justamente a través de su existencia, porque jamás esta separado de ella.

Según: Shinji Shobogenzo – Colección de 301 Koan de Dogen Zenji. Traducción del japonés, comentarios y explicaciones de Gudo Wafu Nishijima Roshi.

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