Cuando la opacidad se diluye, aparece el silencio.
Cuando el silencio aparece, la sabiduría se manifiesta.
Cuando la sabiduría se manifiesta aparece el verdadero ser
Frente al espejo del tiempo numerosas veces me he preguntado ¿porque corre el tiempo con tanta rapidez? Anteayer era un niño, ayer un adolescente y hoy me encuentro aquí frente a mí mismo y me pregunto ¿a dónde se fueron los dulces días de inocencia y de felicidad? ¿dónde quedaron todos aquellos buenos años que jamás volverán a regresar? En instantes como estos veo en el espejo mi impermanencia y llego a la conclusiones como: “el tiempo pasa con rapidez” o incluso “entre más viejo me pongo más rápido pasa el tiempo”. Miro por la ventana hacia a fuera, observo el ciclo de la naturaleza, veo que al día le sigue la noche como una estación del año le sigue a la otra y sin querer mi espíritu se llena de tristeza y añoranza pues ya solo veo lo que jamás volverá a ser y concluyo: Cuando está oscuro el invierno es más frio aun.
La velocidad del tiempo – La opacidad
La nostalgia, la tristeza y la delusión son sentimientos que contienen tanta angustia que para enfrentarlas tengo que recuperar toda mi presencia. Y aun así, muchas veces ocurre que las fuerzas no me acompañan y no me queda otra cosa que permitir que ocurra. Siento como la melancolía me llega hasta los huesos, hasta que yo mismo me convierto en tristeza, hasta que no me queda más que reconocer que si es que estoy triste es porque estoy vivo y porque puedo seguir. Ósea que las emociones son imprescindibles sobre la vía, resumo yo. Me enseñan la senda que debo seguir, porque ahí donde aparecen preguntas como ¿a dónde se fue el pasado? o ¿existe la memoria en el olvido? no lejos se encuentran preguntas como ¿soy porque pienso? o ¿pienso porque soy?.
Preguntas que dada su importancia me hacen parar. Demasiado intenso seria de otra manera ese sentimiento de que todo se mueve a tanta velocidad, todas las cosas, los seres a mi alrededor, mis recuerdos pero sobretodo mi ansiedad. Una insondable ansiedad de la cual ni sé que es lo que me hace perder el control. ¿Es entonces el tiempo lo que se mueve con tanta rapidez? ¿Son las cosas o los seres alrededor mío? ¿lo soy tal vez yo? ¿o será que nuestra vida no es más que una impresión fugaz?
Numerosas preguntas que parecen cuestionar el tiempo que tan bien pensamos controlar. Pues como todos sabemos un minuto dura 60 segundos y una hora 60 minutos. Y aun así, si lo pienso bien cuando niño un día duraba una eternidad y hoy como adulto un día no dura más que un pensamiento. Así, solo pensar en la velocidad del tiempo me provoca inseguridad pues siento que estoy perdiendo el control. Es como si me hubiese atrapado en un problema que así nunca y jamas quise tener. Un sentimiento que me lleva hasta el borde de la desesperación pero que por otro lado también me demuestra lo importante que es aprender a apreciar la lentitud. Y aun así, a pesar de todos los momentos difíciles que he podido pasar, en cuanto tengo la más pequeña posibilidad, antes de haberme concedido a mí mismo la posibilidad de inhalar y exhalar para que algo nuevo pueda expresarse, me pongo de nuevo a correr. Y nuevamente me pongo a luchar por lo que aprecio. Lo defiendo. Incluso hasta más allá del final si tiene que ser. Pero tarde o temprano vuelvo al mismo punto desde el cual partí. ¿Una parada más o será esta la estación final? Algunas veces llegando hasta aquí he concluido “todo ocurre como tiene que ocurrir”. Una conclusión que a la vez varias veces me ha llevado a pensar ¿no se escucha detrás de esta conclusión la voz de la resignación? ¿O tal vez incluso hasta una fuga? Es como si dijese “ya que no tengo nada que esconder me da igual si me están robando mis datos o mi propiedad intelectual”.
Allí donde ya no se puede continuar – Más allá del silencio
Me doy cuenta que si no pongo cuidado me quedo parado en la estación “todo ocurre así como tiene que ocurrir”. Así que sigo adelante. Solo y dándole la mano a la inseguridad sobre si hay algo más allá. ¿Tal vez hay más allá del pensar, más allá del silencio y más allá de las palabras algo que surge de la unidad de todas las cosas y que por eso conoce la palabra adecuada para todo instante? Un tono. O tal vez solo una señal. Y la realidad se manifiesta en toda su magnitud: es este instante. Y hay un instante antes del instante así como hay uno que viene después. Y aun así la verdad es que este momento es solo este instante. De esta manera descubro, que este instante contiene en si tanto el pasado como el futuro también. Y este descubrimiento es lo que me ayuda a dar un paso más allá, pues con el me encuentro con el mensaje más importante del Budismo Zen. El mensaje de paz. El mensaje que nos indica que justamente porque aquí y ahora es el resultado de instantes ocurridos en el pasado y la causa de lo que está por venir, depende de mí mismo si en este instante se hace el bien. Y más allá, porque el aquí y ahora alberga en si todo lo que existe en este instante y porque el portal de la inmaculada realidad está siempre abierta, tengo siempre la posibilidad de hacer el bien. De esta manera descubro que este instante lleva en si tanto el pasado como el futuro y esta comprensión me releva que incluso sería negligente decir “todo ocurre así como tiene que ocurrir”. Algo que encuentro confirmado en la memoria que una vez más me recuerda que detrás de la vigilancia está el control y que no lejos del control está el castigo. Que la vigilancia es un instrumento para unificar los valores, y que esta unificación está contrapuesta a la diversidad. Y más allá, que la unificación de la moral y de valores casi siempre sigue intereses concretos relacionados con el poder. Ósea que en el aquí y ahora me encuentro también con el pasado. Con la historia que de manera inequívoca actualiza en mi la convicción de que quien desiste de la responsabilidad sobre sí mismo y su entorno, en última instancia dirá “solo cumplía órdenes y hacia lo que tenía que hacer”.
En su encuentro con la historia este instante me da a entender que la sabiduría y la compasión solo pueden expresarse en toda dirección, si estamos preparados para defender nuestros derechos elementales si el instante lo requiere. Una comprensión que en cuanto a la vigilancia me dice: “tienes que tener claro, que hasta toda ruedecilla juega un papel crucial dentro de un sistema. Por eso, lo quieras o no, todo lo que ocurre es también tu responsabilidad. Y no puedes negar tu responsabilidad. Imposible. Y menos aún puedes decir “este no se da cuenta, los buenos somos nosotros”. Eso es como si dijeses: “la meta justifica los métodos”. Por eso una vez más te pido que comprendas: el pasado ya se fue, el futuro aún no ha llegado. El único instante en el que acontece la vida es aquí y ahora. Y porque aquí y ahora es el único instante en el que vives, si aquí y ahora cometes el mal, todo lo que existe en tu mundo es el mal. Por otra parte si haces el bien, todo en tu vida es el bien”.
El pasado y el futuro como aspectos del tiempo – El encuentro con el verdadero índole del tiempo
Frente al espejo del tiempo, algunas veces que tengo la impresión que el tiempo se mueve con velocidad, descubro que este instante contiene en si tanto la historia como el futuro y descubro así en este instante la libertad. Así toda memoria, todo sentimiento de tristeza, así como toda arruga en mi cara me indica la vía a seguir. Esto es así debido al hecho de que el tiempo es como una cadena de instantes, en la cual todo miembro incluye en si una eternidad. Una experiencia que me demuestra, que si este instante es íntegramente este instante, entonces este instante es la eternidad. Considerando esta reflexión me pregunto: ¿puede haber algo en el universo que no sea este instante?
Nota: informamos que debido a problemas de salud del maestro, el retiro y la charla con Saikawa Roshi se llevaran a cabo de la siguiente manera:
Día 10. de Julio, 19 Horas: Charla Dharma:
“La Meditación para el hombre y la mujer del siglo XXI. Tradición y Actualidad”. Club de la República, Marcoleta 659, Santiago. Entrada liberada.
El afiche de la charla se encuentra aquí.
Día 11. a 12. Julio: Zazenkai. La jornada comienza el día viernes por la tarde y dura hasta el sábado 22hrs. Incluye dos noches de alojamiento y dieta vegetariana. Lugar: Zendo las Rocas de Santo Domingo, V Región. Para información adicional e inscripción: Tel: 62253083 o por email bajo: meiyo@gmx.net
El afiche del retiro se encuentra aquí
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