El fenómeno del fundamentalismo cultural, no se limita a una cultura o religión especifica y se nutre del sentido de superioridad o de inferioridad de una cultura hacia otra y especula con la reacción de una de las partes. Pero la pregunta a partir de una comprensión budista es: ¿Qué es lo que queda cuando quitamos esta oposición que separa lo uno de lo otro? ¿Qué es lo que hace que percibamos los fenómenos así como los percibimos? ¿Cuál es la verdad que se encuentra detrás de la superficie de los fenómenos?.
El Sutra de la gran sabiduría comienza de la siguiente manera:
“Avalokiteshvara bodhisattva a través de la práctica profunda de la Gran Sabiduría comprende que los cinco agregados son sunyata y gracias a esta comprensión libera a todos los seres del sufrimiento”.
En el Sutra del Diamante – kongyou kyou en japonés, el Buda explica esta enseñanza mas detalladamente al indicarnos que hay que mirar detrás de la superficie de los fenómenos para reconocer la verdad que se encuentra más allá de la conciencia o de lo que es sensorialmente perceptible. Va aquí el comienzo de este Sutra:
“Esto es lo que he oído. Una mañana, cuando el Buda estaba cerca de Shravasti, en el bosque de Jeta, en el estado de Anathapindika, Él y Su congregación de mil doscientos cincuenta monjes fueron a la ciudad para mendigar el desayuno; cuando regresaron y terminaron de comer guardaron las túnicas y los cuencos y se lavaron los pies. Entonces el Buda tomó Su asiento y los demás se sentaron ante él.
De entre la asamblea se levantó el Venerable Subhuti. Se desnudó el hombro derecho, se arrodilló sobre su rodilla derecha, y juntando las palmas de las manos se inclinó ante el Buda. «¡Señor! -dijo- ¡Tathagata! ¡Honorado-por-todo-el-mundo! ¡Qué maravilloso es que seamos protegidos e instruidos por Su misericordia! Señor, cuando hombres y mujeres anuncian su deseo de seguir el Camino del Bodhisattva, y nos preguntan cómo deberían proceder, ¿qué deberíamos decirles?»
«¡Bien Subhuti! -contestó el Buda- cuando alguien dice, ‘¡Quiero seguir el Camino del Bodhisattva porque quiero salvar a todos los seres; sin importarme que sean criaturas que hayan sido formadas en un útero o incubadas en un huevo; que sus ciclos vitales sean tan observables como el de los gusanos, insectos o mariposas, o que aparezcan tan milagrosamente como las setas o los dioses; que sean capaces de pensamientos profundos, o de ningún tipo de pensamientos; hago el voto de conducir a cada uno de los seres al Nirvana; y hasta que no estén todos allí seguros, no recogeré mi recompensa y entraré en el Nirvana.!’ entonces, Subbhuti, debes recordar como uno que ha tomado los votos, que incluso si tal incontable número de seres fueran liberados, en realidad ningún ser habría sido liberado. Un Bodhisattva no se aferra a la ilusión de una individualidad separada, una entidad egótica o una identificación personal. En realidad no hay «yo» que libere, ni «ellos» que sean liberados.
«Además, Subhuti, un Bodhisattva debe estar liberado de todo deseo, ya sea de ver, oír, oler, tocar o gustar algo, o de conducir multitudes hacia la iluminación. Un Bodhisattva no alberga ambición. Su amor es infinito y no puede ser limitado por las ataduras personales o las ambiciones. Cuando el amor es infinito sus méritos son incalculables.
«Dime Subhuti, ¿puedes medir el cielo oriental?»
«No, Señor, no puedo.»
«¿Puedes medir el espacio que se extiende hacia el sur, el oeste, el norte, o hacia arriba o abajo?»
«No, Señor, no puedo.»
«Tampoco puedes medir los méritos de un Bodhisattva que ama, trabaja y da sin deseo o ambición. Los Bodhisattvas deberían prestar una atención particular a esta enseñanza.»
¿Qué es lo que percibimos? ¿Vemos la verdadera naturaleza de las cosas o son solo nuestras imaginaciones e impresiones? Segun el Buda Shakyamuni existen cuatro percepciones erroneas:
El creer en una identidad propia o en un ser propio que este separado
Creer en la existencia de una persona o en la separación entre ser humano y no ser humano
La creencia en un ser o la separación entre materia viva y materia sin vida
La creencia en un lapso de vida (vida y muerte)
El Buda enseña que el creer en una identidad propia o el creer en un ser que este separado resulta del apego a los fenómenos. Tal apego a los fenómenos proviene de la percepción sensorial que solo permite una percepción a nivel racional y conceptual y por lo tanto no alcanza la verdadera naturaleza de las cosas.
Es por eso que en la práctica de Shikantaza se enfoca tanto en la percepción sensorial, en el estudio de los cinco agregados. El estudio a través de nuestro cuerpo nos da la posibilidad de mirar detrás de la superficie de los fenómenos y comprender con cuerpo y espíritu la verdadera naturaleza de las cosas.
Es la verdadera naturaleza de las cosas la que nos demuestra que la separación no existe. Y esta verdadera naturaleza de las cosas la que nos indica que en realidad no hay nada que pueda ser inferior o superior y tampoco nada que deba ser salvado. Hay diferencias entre las existencias pero como las hojas de un árbol, todas son nutridas por la misma raíz. Es así como podemos comprender que el sentido de inferioridad o de superioridad es solo una creación de la mente deludida – solo eso.