EL MAESTRO

Es como contemplarse en el espejo:
La forma y el reflejo se observan.
Tú no eres el reflejo,
Pero el reflejo eres tú – Hokyo Zanmai

De acuerdo al maestro Dogen, la comprensión clara y la autentica transmisión del Dharma es solo posible a través de un verdadero maestro. Para comprender este hecho la comprensión adecuada es necesaria: el maestro en el Zen, no es un maestro de otros sino un maestro de si mismo. En el maestro vemos nuestra propia verdad reflejada.

Hoy en día hay muchas personas que se limitan solo a leer textos budistas en Internet, a leer los sutras o leer el Shobogenzo, lo que alberga el peligro de enredarse en las propias consideraciones y pensamientos. Si a los textos se les acompaña además la práctica periódica de Zazen, será tal vez posible que la práctica y la teoría se complementen. Es imprescindible experimentar las verdades, comprobarlas si son autenticas y aprender a ver no solo lo que se nos a enseñado a ver. Aprender a creer no solo lo que se nos ha enseñado a creer. De esta manera, con una visión amplia que no se pierde en ideales, podemos llegar a comprender quienes somos verdaderamente y que estamos haciendo aquí. Para realizar este hecho un buen guía, un verdadero amigo sobre el camino, es indispensable.

Con la guía de un verdadero maestro la práctica de la meditación sin objetivo – de Shikantaza – nos lleva a ver claramente todo lo que es mente y dar un paso más allá y desligarnos de ella. Esta no identificación con la mente, la presencia absoluta en el aquí y ahora, es lo que nos despierta a la verdad absoluta. Hay que despertar de la tragedia que significa ser la marioneta de nuestros sentidos. Es el juego de estos sentidos los que nos hace creer que el ego existe, que una entidad propia existe y que esta separada de los demás. Alcanzar la libertad es por eso justamente liberarse de la mente y ser el maestro de la propia vida.

El maestro Uchiyama Kosho, discípulo del maestro Kodo Sawaki, da las siguientes recomendaciones en cuanto a la práctica con un maestro:

“Hoy en día es fácil adquirir informaciones, y lo mejor es creo yo, juntar esas informaciones, ponerlas a prueba y después decidirse por un maestro y un lugar de práctica.
En eso es importante recordar, que la práctica del camino de Buda, significa soltar el ego y practicar la ausencia del yo. Soltar el yo y practicar la ausencia del yo significa también soltar el patrón de tus pensamientos a través de los cuales juzgas. Por eso es importante seguir las palabras y las reglas del lugar de práctica por el cual te has decidido sin intentar de agregar nada. En primer lugar te tendrías que dedicar a sentarte durante 10 años en silencio en el mismo lugar. Si tu, antes de que hallan pasado estos diez años, comienzas a construir opiniones de acuerdo a tus propias consideraciones sobre el lugar de práctica o sobre tu maestro y te marchas en búsqueda de otro maestro o de un lugar de práctica mejor, lo único que conseguirás es hinchar mas tu ego. Si sigues tu ego, esto significa lamentablemente que no estas siguiendo el camino de Buda.
Desde el comienzo hay que tener claro que el maestro es solo un ser humano y que no es nada perfecto. Importante es tu práctica, que tiene que tener como meta de seguir al maestro imperfecto de la manera más perfecta posible. Si sigues de esta manera a tu maestro, entonces es la práctica la base sobre la que tú te sigues a ti mismo. Por eso dice Dogen Zenji en el Genjo Koan: “Seguir el camino de Buda significa seguirse a si mismo”. Seguir al maestro, seguir los sutras, todo esto significa seguirse a si mismo. Los sutras son la escritura de ti mismo. El maestro es el maestro de ti mismo. Cuando comienzas la búsqueda de un maestro, comienzas la búsqueda de ti mismo”.