INSEGURIDAD

¿Quien soy yo? ¿Qué hacer? ¿Qué esta bien? ¿De que desistir?

Estas son preguntas que frecuentemente nos ponemos cuando algo ha ocurrido que nos ha hecho sufrir o que por lo menos nos ha incomodado. Si una experiencia negativa se repite varias veces, comenzamos a sentir inseguridad. Este sentimiento de inseguridad se debe a que lo se esta cuestionando sea nuestra experiencia para superar una dificultad, ósea en realidad nuestro comportamiento mecanizado y acondicionado. Visto así la inseguridad puede ser un buen punto de partida para la práctica de Zazen.

En nuestra práctica, sentados en posición inmóvil frente a una pared y concentrados sobre nuestro cuerpo podemos observar como los sentidos influyen sobre nuestra condición mental. Así el estudio de los cinco skandhas durante Zazen es lo que nos permite ver y detectar con claridad nuestro comportamiento acondicionado. Entre mas vamos comprendiendo nuestros comportamientos mecanizados, como pueden ser el consumo de carne sin necesidad, el afán por superar a otros o simplemente nuestras reacciones en situaciones de estrés, mas nos vamos dando cuenta que nuestra práctica de Shikantaza es un método muy valioso para reconocer nuestro condicionamiento karmatico, para soltar nuestros prejuicios y comportamientos mecanizados y para así llegar a vivir cada instante de manera plena y abierta.

Los cinco Skandhas influyen sobre nosotros desde el momento de nuestro nacimiento, lo que significa que el condicionamiento de nuestro comportamiento comienza también cuando nacemos. Desde que nacemos aprendemos a repetir todo aquel comportamiento que nos ha llevado a solucionar un problema y entre mas veces hemos tenido éxito actuando de la misma manera, mas se acondiciona nuestro comportamiento al volver una y otra vez al mismo proceder. Es cuando dejamos de cuestionar este comportamiento, cuando comenzamos a afirmar que este es nuestro carácter y decimos “yo soy así”.

Muchas personas llegan al budismo buscando refugio porque sufren. Así, una de las primeras cosas que comienzan a ver cuando se sientan frente a la pared es justamente el comportamiento acondicionado que les ha llevado a provocar sufrimiento tanto a otros como a si mismas. Pero si continuamos la práctica comenzamos a comprender tambien que es justamente este comportamiento acondicionado de lo que verdaderamente se trata en nuestra práctica. El el Zen se dice que nuestra mente se parece a un océano con oleaje. En este océano las olas constituyen el objeto de práctica del océano. Afirmar que un exista un oceano sin olas es una ilusion, por que en realidad el oceano y las olas son uno.

En la ciencia occidental se dice que cuando sentimos estrés, a través de la inseguridad tenemos la oportunidad de comprobar nuestro comportamiento, comprenderlo y así de encontrar nuevas alternativas. ¿Pero es esta una solución que cambia la estructura del comportamiento acondicionado a largo tiempo? y sobretodo ¿qué sucede en situaciones de estrés cuando no hay tiempo de reflexionar antes de la acción? ¿De que nos sirve substituir un esquema de comportamiento por otro? En el Zen no hay recetas. Nuestra práctica de Zazen es una práctica que nos enseña profundamente a volver una y otra vez al presente. Es así como comprendemos que no hay nada que pueda ser seguro o inseguro porque son estas solo condiciones de la mente. Simplemente aceptamos el hecho que las cosas son como son, que todo esta en permanente cambio y que la condición normal de todos los fenómenos es la impermanencia. Es entonces cuando soltamos nuestros prejuicios y clasificaciones y cuando comenzamos a actuar naturalmente y en sintonía con los que nos rodea y con el instante y comprendemos así que en este tiempo-espacio tanto la seguridad como la inseguridad están demás.

Pero aunque la práctica de Zazen sea de muchos meritos es importante preguntarse ¿Qué pretendemos con nuestro Zazen? ¿Para quien practicamos? Es aquí donde muchos practicantes se confunden porque buscan progresar como ser humano – ser mejores, más competitivos. ¿Pero en que se diferenciaría esto de la búsqueda de éxito en la sociedad? Es muy importante comprender que Zazen va mucho mas aya. Recién cuando soltamos tanto la sabiduría como la ilusión es cuando Zazen comienza a despertar a Zazen.

Una vez que Yakusan estaba practicando con su maestro Sekito, este último le preguntó a su discípulo:
– ¿Qué haces?
– No hago nada.
– Entonces porque estas sentado?
– Por nada.
– ¿Pero que es hacer algo, que es no hacer nada?
– Ni siquiera diez mil sabios pueden explicarlo, respondió Yakusan

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