Si abandonamos y olvidamos el cuerpo y el espiritu,
Podremos penetrar en la casa del Buda.
La accion surgira del cuerpo del Buda
y solo tendremos que dejarnos guiar por ella
No es necesario querer poseer algo. Simplemente permanecer concentrado en el aquí y ahora, dejar pasar, observar. Mantenerse sin esfuerzo en lo que es.
Tenemos la tendencia a querer deshacernos del dolor y de buscar la comodidad. Pero si siempre seguimos buscando la comodidad a todo precio cada vez que nos encontremos con el dolor huiremos y nunca sabremos que el lo que se encuentra detrás del muro aterrador que significa el limite del dolor.
Cuando comenzamos a meditar en cierta manera esperamos convertirnos en mejores seres humanos pero observando bien nos damos cuenta que justamente este deseo de alguna manera implica una violencia sutil contra quienes somos de verdad. Eso es como si dijésemos “si tuviese un auto mejor seria alguien mas importante” o “ si viviese en otro pais tendria mas posibilidades” o “si mi compañero de trabajo no fuese tan pesado, yo tendría un trabajo magnifico”. La práctica del Budismo nos enseña que el unico momento existente es el de aquí y ahora. Y justamente en este instante el fundamento de nuestro ejercicio es nuestro carácter. No se trata de tirarnos a nosotros mismos a la basura ni de aniquilar lo que nos caracteriza sino que de observar con interés este yo y olvidarlo, aquí y ahora.
La tradición del Zen que enseño Bodhidharma no consiste en alcanzar diferentes etapas mediante la práctica. No se trata de alcanzar algún día el Despertar. Aquí y ahora somos seres despiertos solo que no permitimos que el despertar se realice al aferrarnos a la existencia ilusoria de un “yo”.
De todas maneras no es suficiente comprender por la vía intelectual. Esta comprensión no vale de nada cuando de la vida real se trata. La verdadera comprensión se realiza a través de la práctica de Zazen y a través de la realización profunda de la unidad. Esta es la via hacia la liberacion del sufrimiento.
