LA CASA EN LLAMAS

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Todo a tiempo,
Frutas, dulces y flores.
En abundancia.

Dentro de los Sutra del Budismo Mahayana el Sutra del Loto es sin duda uno de los textos mas importantes que hay. Escrito entre los años 50 A.c. y 150 D.c. en diferentes regiones del continente asiático, el texto tiene un inmensurable valor cultural. Los cuentos, historias y parábolas reflejan el rico mosaico de creencias y religiones que influyen Asia sobre el budismo de aquel tiempo. Como la historia del „hijo perdido“ o también la „historia de la casa en llamas“. Un cuento en el que Buda es representado por un padre que rescata a sus hijos que juegan despreocupadamente dentro de una casa sin ser conscientes de que la casa en la que están jugando está en llamas. En esta historia los niños se salvan siguiendo las instrucciones del padre. La casa de la que se salvan simboliza este mundo lleno de pasiones y las llamas son los tres venenos del espíritu, el odio, la avidez y la ignorancia.
Y aun así, aunque el Sutra del Loto sea una perla cultural y clave para entender el Budismo Mahayana, seria equivocado decir que el Sutra del Loto es el Sutra mas importante de todos. Dicha afirmación daría la errónea impresión que existen Sutras superiores y Sutras inferiores. Pero esto definitivamente esto no es así. Simplemente porque no serian las enseñanzas de Buda si existiesen Sutras superiores a otros. Al igual que no serian las enseñanzas del budismo si existiesen templos o maestros o linajes mejores que otros o de mas autoridad. De la misma manera como tampoco existen religiones mejores que otras. Afirmarlo no seria budismo, sería delusión. Esto es lo que se aprecia al mirar desde más allá de la separación, desde mas allá del horizonte ficticio que crean las palabras, desde más allá del ultimo temor.

Estamos convencidos que este es un punto que toda persona que practica cualquier forma de espiritualidad de manera entregada y sincera lo entenderá. Y aun así, como todos sabemos también, no es tan común alcanzar esta comprensión y sobretodo no es tan fácil aplicarla ni menos vivirla. No es tan fácil desarrollar dentro de nosotros el ojo de Buda que ve todo desde más allá de la separación y actuar de acuerdo a esta comprensión. Primero hay que reconocer lo relativo por lo que es. Después debemos aprender y a ver la verdad absoluta que une todas las cosas. A partir de ahí dedicarse a compaginar lo relativo con lo absoluto para así aprender a diferenciar desde más allá de la diferenciación. Pues aunque no exista superior ni inferior también es verdad que no todo lo que brilla es un tesoro. Así como existe la práctica genuina existe también la práctica artificial. Y este es un punto que cada un@ debe aprender a diferenciar. En el capitulo Genjokoan del Shobogenzo el maestro Dogen se refiere a los condicionamientos de la mente utilizando la metáfora de una persona que se encuentra con su bote en altamar. Cuando la persona mira hacia la costa, ella erróneamente podría suponer que es la costa lo que se mueve, pero si mantiene los ojos fijos en el bote el sabe que es el bote lo que se mueve. De ahí la importancia de entrenar la mente y el cuerpo como una unidad. Si no hay absoluta claridad sobre estos puntos todas las conclusiones que saquemos seguirán manteniéndose en lo superficial.

Les podemos llamar condicionamientos, subconsciente o temor, hecho es que siempre se mantienen ahí los obstáculos que nos dificultan acceder hasta la sabiduría innata o la bondad intrínseca. Obstáculos muchas veces ocultos para nuestra propia percepción pero que aun así se expresan en todos los ámbitos de nuestra práctica. Por ejemplo en nuestra comprensión de lo que significa seguir al maestro. Hay quienes siguen al maestro y confían sin mas, hay quienes siguen al maestro y dudan, hay quienes no siguen al maestro porque opinan que no es importante seguir a alguien si no que trabajar sobre si mismos y hay quienes no siguen a nadie y no trabajan sobre si mismos por que opinan que el maestro es nuestra naturaleza original y que esta tarde o temprano se expresará igual. No vamos a decir que una posición este equivocada y la otra esté bien. La evaluación depende de la perspectiva de la que miremos. Si podemos decir que nuestra postura refleja nuestro Karma y las dificultades que llevamos en nuestro interior. Por esta razón esta vez no vamos a dar ningún tipo de consejo en cuanto a la relación con un maestro. Primero porque esto es algo que debe nacer desde la propia práctica y segundo simplemente porque lo queramos o no todo tipo de consejo lleva siempre consigo también una semilla de discriminación.

Todo esto lo mencionamos porque ya es hora de modificar nuestra actitud y para esto debemos aprender a ser ya mas cautos en cuanto a la discriminación. Es hora de dejar atrás nuestra mentalidad de “comer o ser comido” para darle espacio a otras maneras de convivencia y esto exige identificar todas aquellas formas de conducta nociva que nos impiden dar un verdadero paso adelante. Maneras nocivas como el uso de la diferencia cultural o religiosa para hacer politica, para apartar, para desterrar, para crear grupo o para ejercer el poder. Esto es lo que nos piden los mas necesitados, esto es lo que nos pide la naturaleza en su totalidad, este es el legado de nuestros antepasados y esto es lo que nos exigen las generaciones que aun están por llegar. Comenzar a vivir ya la paz. Visto así, desde la unidad, desacelerar puede ser un paso adelante y no necesariamente uno paso atrás. De la misma manera como darle oportunidad a que la bondad intrínseca que llevamos dentro de nosotros se exprese puede significar darnos a nosotros mismos la oportunidad para experimentar la mas profunda gratitud. La felicidad que se siente cuando comprendemos que dar es recibir y recibir es dar.

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