LA RANA DE BASHÔ


El Haiku de la rana de Bashô es tal vez el Haiku mas conocido que existe. Este Haiku según la traducción de Octavio Paz y Hayashiya Eikichi se traduce de la siguiente manera:

Un viejo estanque: 古池や (Furu ike ya)

salta una rana ¡zas! かわず飛び込む (kawazu tobikomu)

chapaleteo 水の音 (mizu no oto).

Furu ike ya – Un viejo estanque
El viejo estanque siempre ha estado ahí: es como el origen de todas las cosas. Su superficie refleja el cielo y todas las cosas y esconde a la vez su profundidad. Pero la profundidad real de este estanque no es importante. Su superficie tranquila y serena refleja todo, sin que ella misma sufra ninguna alteración.

Kawazu tobikomu – Salta una rana ¡zas!

Sin vergüenza y sin respeto alguno la rana rompe el silencio y la concentración. Salta al agua y el ruido que se crea, rompe el silencio. La rana como ser cósmico hace contraste con el silencio sublime del lugar. Pero ella no destruye el lugar, sino que le da una dimensión mas elevada.
Shibayama Zengai le otorga a esta famosa rana su reverencia con un dibujo casi tan famoso como la rana misma. Ahí esta la rana con una ancha sonrisa. La escritura dibujada de manera burlona e ironicamente desordenada explica lo que quiere decir el dibujo:


“¡Bueno, si el hombre solo sentándose puede convertirse en Buda…!” Ahí están sentados ustedes los monjes Zen, tan severos y se esfuerzan con sinceridad y seriedad en alcanzar la budeidad y poder volver al origen de todas las cosas. ¡Esto, yo la rana ignorante, lo tengo ya!

Otra lectura de Kawazu – rana – es Kaeru – volver. ¿Vuelve la rana con un salto al origen? Si salta al estanque, vuelve ahí de donde ha venido. Pero en definitiva ¿a donde salta la rana? Según el orden causal salta al agua y se produce un ruido! ¡Pero el texto no dice eso!

Mizu no oto – Chapaleteo

Mizu no oto es una forma que en el japonés tiene otra lectura que en los idiomas occidentales. La formula no habla de «mizu» – agua, aunque este al comienzo del verso, si no que de «oto», un tono, aquí el tono del agua. La rana salta – ¡tono! La rana no esta al margen del pozo y después de manera cronológica salta al agua y produce un ruido. Recién cuando se escucha el tono, uno se da cuenta que debe haber habido una rana e incluso que ahí debe haber habido un pozo! El ruido despierta y llama a experimentar el : ¡ Furu ike ya! – Chapaleteo.
Toda la escena se concentra en este ruido, que no hubiese sido percibida sin el. El ruido del agua elimina cualquier separación entre sujeto y objeto. Se trata de un despertar repentino como un relámpago, como un Satori.

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