LA SEMILLA

Con luz radiante,

Brota esta semilla.

Sin saber donde.

Dicen que anhelamos constantemente pertenecer a alguien, a identificarnos con algo externo a nosotros mismos porque de lo contrario no soportaríamos nuestra insignificancia frente a la inmensidad del universo. Dicen que incluso preferimos someter nuestra libertad de decisión frente al autoritarismo con el fin de no tener que aceptar la transitoriedad de la edad, el dolor de la enfermedad o la definitividad de la muerte. Dicen que somos más propensos a aceptar las propuestas del populismo y en consecuencia a ignorar los derechos de los más débiles porque somos especialmente afines al miedo. En definitiva, se dicen tantas cosas de la soledad y de sus consecuencias para la sociedad en la que vivimos pero de alguna manera ninguna de ellas me convence del todo. Dudo y en mi inseguridad, me pregunto ¿y es que tiene que haber siempre una sola respuesta que casi de forma mágica tenga que responder a todas las preguntas? 

Es como si todas la opciones que tenemos se limitasen a escoger entre o consumirse en la soledad o aceptar una respuesta fácil. Me pregunto si ¿no es ya aquí donde comienza a formarse esa ola de autoritarismo que se podemos observar azotando las sociedades de occidente? En esta casi obligatoria elección entre o esto o aquello a la que nos vemos casi obligados en la política, en la cultura, en el arte, en la educación.  Con otras palabras, no es que la soledad sea mala o buena, sino que la soledad tiene diferentes características a la vez y que todas estas dependen de un contexto especifico. De esta manera, la soledad duele y hiere cuando miramos hacia afuera y falta la aceptación de quienes nos son importantes, sí, pero por otra parte a la vez la soledad nos otorga la posibilidad de hacernos más conscientes de nuestra existencia dirigiendo la atención al interior para comprender que también la soledad es una ilusión que se disuelve en la fuente de nuestra verdadera naturaleza, ahí donde todo se compenetra con todo en un solo y constante movimiento… 

Dicho con otras palabras lo que hace sufrir de la soledad en realidad no es la soledad misma sino que el sofocar lo ambiguo atribuyéndole un solo significado. Una conclusión que si observamos con atención de vastas consecuencias pues no solo hace ver ahora bajo otra luz lo vulnerable, lo frágil, lo solitario sino que por otra parte da a entender que el verdadero peligro para la vida tanto como individuos como en comunidad no es la diversidad de respuestas sino que el olvidar que una verdad enfocada solo desde una perspectiva no es verdad alguna. Más allá, para aclarar aún más lo expuesto y porque a todos nos concierne, me pregunto desde esta comprensión también ¿hay acaso algo más injusto, más anti humano, más anti democrático, que exponer a alguien a la picota, a la vergüenza publica así como se puede observar en los medios sociales? Y más allá ¿Qué significa no pronunciarse ante la injusticia? Lo que quiero decir es que la libertad no solo no es algo que se encuentra a través de la sumisión al autoritario, sino que a través de la verdadera comprensión y la puesta en práctica de dicha comprensión. Este último punto sobre la puesta en practica de la comprensión siendo tan importante como la comprensión misma pues ¿de qué valdría comprender algo si no nos pronunciásemos cuando hay que hacerlo?

Dicen que buscamos pertenecer a alguien, a identificarnos con alguien, porque de lo contrario ante la infinitud del universo nos sentiríamos insignificantes, diminutos. Lo dicen y tienen en parte razón. Pero solo eso. Solo tienen razón en parte, pues somo diminutos frente al universo, sí, pero también es verdad que todo el universo íntegramente se encuentra también en nosotros dentro. Dicen que incluso preferimos someter nuestra libertad de decisión frente al autoritarismo con el fin de no tener que aceptar la transitoriedad de la edad, el dolor de la enfermedad o la definitividad de la muerte. Lo dicen y tienen en parte razón. Pero solo eso. Solo tienen razón en parte. Y es que esto en la historia de la humanidad ya ha ocurrido varias veces y seguirá ocurriendo. Pero también es verdad que tampoco la sumisión es un estado duradero y si ocurre una desilusión es porque había una ilusión de la cual había que liberarse.  Dicen que somos más propensos a aceptar las propuestas del populismo y en consecuencia a ignorar los derechos de los más débiles porque somos especialmente afines al miedo. Lo dicen y tienen en parte razón. Pero solo eso. Solo tienen razón en parte.

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