Cuando alcances lo esencial
Comprenderás claramente
Lo que has encontrado.
Lun-pien todavía posee sutilezas que no ha revelado a nadie – Keizan Jokin
En cierta ocasión, Daitaka, el quinto patriarca, dijo:
-Quien abandona el hogar para convertirse en monje es un Yo sin yo, un yo que nada posee. La Mente original carece de principio y de final. Esa es la Vía eterna. También todos los budas son eternos. La Mente carece de forma y su esencia permanece inmutable.
-Debes alcanzar el despertar completo y actualizarlo con tu propia mente – puntualizó entonces Ubakikuta.
Al escuchar esto, Daitaka experimentó el gran despertar.
Teisho de Keizan Zenji:
Esta renuncia la hogar nos revela al Yo carente de yo, un Yo, por tanto, que no puede ser definido en terminos de cuerpo ni de mente. El yo carente de yo es la Via eterna que carece de principio y de final. Por consiguiente, no pertenece a los budas ni tampoco a los seres ¡cuánto menos a los cuatro grandes elementos, los cinco agregados, los tres mundos o los seis destinos del renacimiento! Aunque vemos, oímos y percibimos, la mente carece de forma, no viene ni va y tampoco se mueve ni permanece inmóvil. Pero ese conocimiento no es mas que una mera comprensión intelectual. Daitaka solo había alcanzado este tipo de comprensión, por esto por que Ubakikuta le indico que todavía debía actualizar su propia Mente y experimentar el gran despertar, un despertar equiparable al cuño imperial que se estampa en las mercancía y garantiza la calidad de un producto apto para el consumo y que no esta destinado al uso oficial. Eso mismo es lo que sucede cuando se entrecruzan los caminos del maestro y el discípulo. Por mas que entendáis los principios y alcancéis el gran despertar. Si esto no ocurre- aunque solo sea una vez – seréis personas con una estéril comprensión intelectual que jamás han penetrado en la Mente esencial. ¿Cómo pretendéis escapar de las ataduras del yo y del otro si todavía no os habéis desprendido de la imágenes pueriles sobre el Buda y el Dharma?
Poco importa, si no lográis atisbar el despertar, que os afeareis a las palabras pronunciadas por el Buda durante cuarenta y nueve años o que sigáis al pie de la letra la enseñanza de los tres o de los cinco vehículos, porque difícilmente llegareis entonces a ser monjes merecedores del kesa. Por mas que podáis explicar mil sutras y los diez mil comentarios, contemplar el rostro de los budas, hacer que tiemble la tierra y que lluevan flores del cielo, seguiréis permaneciendo todavía en el estado de ratón de biblioteca y muy alejados, por tanto, del verdadero monje merecedor del kesa.
No debéis tratar de comprender pues, por ejemplo, que los tres mundos son solo Mente” que “todas las cosas son reales” que “todo ser posee la naturaleza budica” o que es “absolutamente vacío e inmutable”. Si afirmáis que “todas las cosas son reales” todavía os estaréis moviendo en el mundo de las categorías; si decís que “todo es vacío” incurriréis en la visión errónea del nihilismo; si sostenéis que “todo ser posee la naturaleza de Buda” estaréis afirmando la existencia de una naturaleza espiritual distinta a la naturaleza ordinaria y si, por ultimo, declaráis que “solo existe la Mente” no haréis mas que obstaculizar vuestra propia comprensión. Quien busca la respuesta definitiva en los mil Sutras o en los diez mil comentarios resta lamentablemente tratando de huir de su propio padre. La sagradas enseñas solo serán vuestras cuando descubráis vuestro propio cofre y dejéis que salga a la luz el tesoro de los sutras que mora en vuestra propia Mente.
Mientras no lo hagáis así, los budas y los patriarcas serán vuestros enemigos. Alguien ha dicho: ¿Qué perverso demonio te obliga a renunciar al hogar? ¿Qué malvado diablo te lleva a vagabundear de aquí para allá como un monje sin techo? Tanto si respondes como si no lo haces te matare a bastonazos”. Como ya hemos dicho anteriormente uno no debe renunciar al hogar buscando el beneficio de la mente o del cuerpo. Este es el motivo por el cual Daitaka, que no comprendía esto, era todavía indigno de llevar el Kesa. Solo cuando Ubakikuta se lo señaló puedo llegar a experimentar por vez primera el gran despertar y fue capaz de actualizar la esencia de la Mente.
Gentes de bien, debéis esmeraros en practicar la Vía. No asentéis vuestra comprensión en los libros ni tratéis de discernir lo espiritual basándoos en el conocimiento ordinario. Dejad de establecer diferencias entre el cielo y la tierra, entre lo sagrado y lo mundano, entre le karma personal y el karma colectivo. Entonces no tendréis dificultad alguna para moveros hacia el pasado o hacia el futuro ni existirá tampoco la menor diferencia entre acceder a vuestro antojo al estado iluminado o salir de el para servir a todos los seres. Todas esas diferencias son meros garabatos esbozados en el vacío o estelas en la mar. Contemplad directamente el rostro del Buda, experimentad plenamente el despertar y la naturaleza de vuestra Mente original. De este modo, al igual que una calabaza se encuentra enredada entre su propios tallos y el halo rodea una resplandeciente joya, uno comprende la existencia de la Morada Interna en la que habitan los Buda y los patriarcas y recala en ella por vez primera.
Según: Francis Dojun Cook (2006): Denkoroku (Crónicas de la transmisión de la luz) Maestro Keizan. Barcelona.