Aunque olas gigantescas inundaran los cielos,
Las aguas del puro océano permanecerían inmutables – Keizan Zenji.
Hay interesantes diferencias entre los relatos biográficos e históricos de los maestros hindúes y de los maestros chinos o japoneses. En las historias de la transmisión de los maestros de la India abundan los hechos sobrenaturales, algo que se acaba en cuando la transmisión llega a China. Va aquí la historia de la transmisión de Anabotei (hind. Asvaghosa) a Kabimora (hind. Kapimala)
Una vez el venerable Anabotei dijo: „Pronto aparecerá un demonio exhibiendo sus poderes ante mi”. Al cabo de un momento se levantó el viento, los cielos y la tierra se oscurecieron y empezó a diluviar. Entonces Anabotei dijo: “El demonio ya está aproximándose. Tendré que desembarazarme de él”. Luego señaló hacia el cielo y apareció un enorme dragón dorado que, haciendo gala de sus poderes, hizo temblar las montañas. El venerable Anabotei no obstante, se limitó a sentarse en postura de meditación y de inmediato cesaron los fenómenos provocados por el demonio.
Siete días más tarde apareció un insecto minúsculo, no mucho mayor que una mota de polvo, que se escondió bajo el sitial de Anabotei. El venerable sin embargo, lo tomó en su mano y dirigiéndose a la asamblea, dijo: “Aquí tenemos nuevamente al demonio que ha venido de incógnito a escuchar mi enseñanza”. Y aunque luego soltó al insecto, este fue incapaz de moverse.
– Si tomas refugio en los tres tesoros recuperaras tus poderes – dijo el venerable.
Inmediatamente, el demonio recuperó su antigua forma y se postró, arrepentido, ante él. El venerable le preguntó entonces:
– ¿Cuál es tu nombre y cuantos seguidores tienes?
– Soy Kabimora – replicó el demonio – y tengo tres mil discípulos.
– ¿Y cuales son tus poderes? – prosiguió Anabotei.
– No me resultaría nada difícil transformar el océano- replicó el demonio.
– Acaso podrías transformar también el océano de la naturaleza de Buda? preguntó entonces el venerable.
– No acabo de entenderte. ¿Qué es el océano de la naturaleza de Buda? – preguntó el demonio.
Entonces el venerable le habló del océano de la naturaleza de Buda diciendo:
– Las montañas, los rios y la totalidad de la tierra dependen de ella. Los tres tipos de conocimiento espiritual y los seis poderes sobrenaturales son su consecuencia.
Al escuchar esto Kabimora despertó la fe y alcanzo la iluminación.