No tiene desvio,
El sendero correcto.
Piedra a piedra.
Paso por un confuso laberinto y me encuentro con palabras cercanas pero lejanas, un placer desagradable pero agradable, conocido pero desconocido, superficial pero profundo. Mire a donde mire solo veo sombras y nubes. Solo me queda dejarme guiar por el viento puro así que voy allá donde la piel me ordena. Donde el tejido vivo que cubre lo interno se encuentra con el mundo externo. Es ahí donde puedo darme cuenta de la gran pero fragil diferencia que hay entre el ser y lo aprendido. Es ahí donde la duda se disipa. El dolor no es para que yo sufra, el dolor ocurre para que despierte, el dolor ocurre para que sea.
No, ante el proceso de emancipación no hay alternativa. De nada sirve querer esconderse detras de la historia, intentar justificarse a travez del derecho o querer imponerse por la fuerza. La conciencia siempre ha estado, esta y estará omnipresente. Lo queramos o no, sea de la forma que sea, siempre que intentemos imponerle nuestra comprensión a otros estaremos exponiendo el temor, la desconfianza incluso el sadismo que portamos dentro de nosotros. Estaremos intentando de hacer de la verdad un objeto, un árticulo adquirible, algo que a la vez estará fortificando la ilusión de una realidad estática, previsible o quizás hasta inamovible. Pero la realidad en la que vivimos, por mas que nos gustase, no es algo controlable o domable. ¿Quizas sea esta añoranza de alcanzar seguridad a travez del control lo que nos hace confundir tantas veces el tener con el ser? Una confusión de gravísimas consecuencias si consideramos cuantas teorías han partido desde este punto. Todo esto lo menciono solo por un motivo, solo por una razón: para recordarnos a todos una vez más porque alguien que lucha por la emancipación jamas debe abusar de la dependencia emocional de otra persona. Y es que „las metas no justifican los métodos“ no es algo que aplica solo al objeto, no es algo que concierne solo al sujeto, sino que es algo que a todos nos involucra. Algunas veces me pregunto cuando ocurrió esto de comenzar a aceptar el autoritarismo como un valor inamovible o con otras palabras ¿cuando es que comenzamos a interiorizar como algo natural nuestro el autodesprestigio?, ¿cuando es que comenzamos a entender el autoritarismo como algo invulnerable? Tengo sospechas, tengo tantas sospechas. Pero prefiero seguir mirando hacia aquel punto donde la piel separa lo social de lo interno y nuevamente me encuentro con la importancia de seguir estudiando. El yo. El tu. El tu y el yo. El nosotros. Me doy cuenta así que la conciencia no puede ser un valor estático, al igual que la vida cual vivimos. La conciencia misma se mueve junto con la vida y es que tanto la vida como la conciencia son todo lo que somos en este instante.
Una figura que en la India simboliza diferentes estados de la conciencia es Maya. Esta puede ser una energía creativa, un estado de delusión o también la personificación de una diosa. Según la tradición budista Maya fue la madre de Buda. Maya simbolizando ademas la ilusión. El engaño que más que una fuerza externa que nos somete, como frecuentemente pensamos hoy el capitalismo, el consumismo o el autoritarismo, es una fuerza que se encuentra en nosotros mismos, en nuestro interior. Lo que explica el hecho que quien se encuentra engañado por Maya no ve a pesar de que está viendo, no escucha aunque está escuchando, desconoce la verdad aunque esta frente a el este aconteciendo. Como un ángulo muerto para la conciencia. Ahora ¿como darse cuenta si el darse cuenta no depende de la voluntad? O ¿como enseñar algo que está más allá de la separación objeto sujeto a alguien si lo que se debe comprender esta en primer lugar en el interior de cada cual? El estudio interdisciplinario puede ser una vía. Aquel estudio donde las ciencias se encuentran, como la psicología critica con la filosofía, la sociología o la pedagogía. Desde ahí se puede observar con claridad las correspondencias que existen entre el mundo interior y lo externo. Se pueden sacar conclusiones, se pueden desarrollar métodos y soluciones y se pueden tomar decisiones más sabias porque no se centran solo en un pequeño fragmento de lo que estamos viviendo. ¿Pero que hacer cuando un verdadero ángulo muerto acontece? Una situación como la puede ser el temor a ser verdaderamente libres? Aquí es donde se revela la importancia de una practica que va más allá de cualquier concepto. Y es que todo concepto no significa mas que cambiar de jaula por lo que ¿no sería incluso equivocado querer abandonarla? ¿no seguiríamos así mas perdidos aun si cabe en el laberinto?. Gracias Maya pues gracias a ti puedo cuestionarlo.
Sigo dejándome llevar solo por el viento y este sin que yo se lo pida por donde piso va levantando el polvo del pasado. Es como si me quitase una carga innecesaria de encima. No, el dolor no ocurre para que sufra. Tampoco ocurre el dolor para que despierte. El dolor ocurre para que sea.
