Todo lejano,
En este mismo paso,
Todo cercano.
Estimad@s lector@s, debemos confesar que esta vez hemos dudado sobre el rumbo por el cual debemos continuar con este blog. Si seguir interviniendo en los acontecimientos sociales desde la introspección o acaso dedicarnos completamente al mundo en el cual absolutamente todas las cosas, tanto lo material como lo inmaterial, enseñan la verdad. Nos hemos sumergido en el silencio y desde bien adentro hemos podido observar en las ultimas semanas y meses que sobretodo lo más importante es no fomentar la actividad mental. Este constante flujo de pensamientos que deriva de la emoción y en la cual existen el pasado, el presente y el porvenir y con el tiempo la comparación. Hemos experimentado lo esencial que es volver al balance corporal y al equilibrio de una mente abierta hacia lo que acontece ahora, aquí, en este mismo instante y en este mismo lugar.
Hemos experimentado que volver al equilibrio hace del silencio una brisa refrescante en medio de una ola de calor. Una oasis de paz y de alivio dentro de un desierto distante y frío en el cual reina el poder de un sol ausente de compasión. El balance del cuerpo y la mente que nos indica que nos enseña que siempre es posible volver a bailar junto a la luna a los pies de la montaña y a la orilla del mar. Que siempre esta a nuestro alcance volver a aquel lugar donde los cerezos vuelven a brotar, donde las mariposas volotean constantemente entre las hierbas y las flores que nacen y se vuelven a marchitar. Un lugar que alivia el rencor, donde toda desilusión se convierte en un aprendizaje más, donde la codicia se demuestra ser ansiedad y donde toda herida vuelve a cicatrizar. El silencio de la noche que se encuentra con el amanecer en el que toda palabra que surge esta en armonía con lo que acontece tanto afuera como en nuestro interior.
Aun así como existe el silencio de la vida existe también el silencio del temor. El silencio que no nace desde adentro para afuera si no que es impuesto desde el exterior. La mudez que se cuela de manera sutil desde el inconciente camuflado por el conocimiento acumulado y que nos autoimponemos a nosotros mismos con la esperanza de crear una situación que nos conduzca hacia un futuro mejor. Un silencio que tarde o temprano desvela su verdadero rostro. La cara atemorizante y aplastante del veneno de la ignorancia antes de que esta se haya convertido en maldad. Un lugar incierto entre la luz y la oscuridad que por otra parte también nos señala que debemos continuar ya que ante la autonomía y la responsabilidad no hay opción. Y que a la vez nos dice que lo más importante no es imponerse ni tener la razón sino que aprender a observar. A experimentar con una mente abierta sin que la historia con sus preconceptos del pasado ni la esperanza con su promesa sobre un futuro mejor dominen nuestra percepción. Aprender a vivir sin dejarnos llevar por le movimiento del tiempo. O con otras palabras ejercitarse una y otra vez a no dejarnos arrasar por nuestro karma personal.
Y tal vez sea justamente este ejercicio de volver una y otra vez a la realidad el aporte mas importante con el que el budismo Zen puede contribuir a la paz social. Pues desde una mente que se abstiene a discriminar el dialogo intercultural se vuelve un lugar de encuentro en vez de un lugar de reproche, de acusaciones, de burla o de discusión. Un lugar en el cual se hace posible dejar las antiguas diferencias atrás o que por lo menos posibilita comprender quien realmente busca la comprensión. De esta forma arribamos a la comprensión que el intercambio y las palabras son necesarias. Que se requiere de las palabras al acercarnos el uno al otro y que se requiere darle el espacio necesario a lo diferente para que pueda expresarse. Tal vez logremos de esta manera, experimentando cada instante como un lugar de encuentro, vivir algún día en una sociedad en la cual la libre expresión se comprenda no solo como un derecho sino que como una necesidad. La necesidad del encuentro. Tan frágil como la primavera y tan inalterable como la verdad.
En este sentido, como un lugar de encuentro, los invitamos a todos a participar al segundo retiro de Zen latinoamericano que tendra lugar del 1 hasta el 5 de abril en Montevideo, Uruguay. Más información encontraran aquí.
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Estimados, como no ponen la dirección del zendo ni los horarios, pareciera que son un grupo hermético.
Estimado Julio, interesante concepto lo de grupo hermético ya que el portal del Dharma esta abierto en todo instante para todos/as y sin distinción. Otra cosa es que no lo percibamos o que no comprendamos que somos nosotros los que debemos dar el primer paso. En el afiche sale un numero de teléfono y una dirección de email. ¿Lo has intentado? Gassho.