Después de su encuentro con Bodhidharma, el emperador Wu le preguntó al Shiko su opinión. El Shiko dijo: -¿Sabe su majestad quien es esta persona? Es el Mahasattva Avalokitesvara, el que transmite el sello del espíritu de Buda – Shoyo-roku n° 2
Todos los años, cuando el nuevo año se aproxima y el antiguo se va, nos deseamos paz, salud y felicidad. Son momentos de celebración y reflexión. Reflexión sobre nuestro verdadero yo, sobre la impermanencia, y reflexión sobre la pregunta fundamental de la existencia. De esta manera le damos la bienvenida al nuevo año para que, por el bien de todos los seres, sepamos apreciar lo que la vida nos ofrece en todo instante y en todo lugar.
Esta es la razón por la que nos esforzamos a diario. Esfuerzos que se basan en Zazen y en el pensar desde más allá del pensar – Hishiryo. Esfuerzos que se expresan, cuando despertamos a una de nuestras tantas ilusiones:
– por ejemplo cuando no vemos sumergidos en la melancolía del pasado porque no logramos separarnos de algo sucedido, que todavía nos duele pero comprendemos que el pasado ya no existe y que cada instante es un nuevo comenzar.
– o cuando vivimos con la mente en el futuro porque este nos promete una vida mejor pero experimentamos que la vida acontece solo en este instante y que el futuro es solo una proyección mental.
– o cuando tenemos que envejecer y nos gustaría volver a ser jóvenes y comprobamos que la vida solo acontece en este instante y en este lugar y que este instante no conoce un antes o después.
– o cuando nos identificamos con lo que poseemos y pensamos que el dinero cura el sufrimiento y nos damos cuenta que no hay nada que pueda ser poseído porque no hay nadie que pueda poseer y que en definitiva la felicidad no conoce propiedad.
– o cuando confundimos la responsabilidad con la habilidad de responder pero llegamos a comprender que las palabras no son más que una reflexión – un reflejo en un espejo cual no es necesario atrapar.
Shin Fukatoku – La respuesta que le dio Eka a Bodhidharma – imposible atrapar el espíritu. Un espíritu cuya comprensión nos permite aclarar hasta las más profundas preguntas de nuestro ser:
¿Qué es el verdadero yo?
¿Somos libres en cuanto a nuestro pensar y nuestro querer?
¿Son el cuerpo y el espíritu dos instancias separadas o son uno lo físico y lo mental?
¿Somos porque pensamos o pensamos porque somos?
El espíritu de Buda. Un espíritu que no tiene nada de abstracto o espiritual. El espíritu que se manifiesta cuando el espíritu y los fenómenos se encuentran. El espíritu que se encuentra solo en este instante y solo en este lugar.