Hoy es el rojo,
Mañana amarillo.
Canta el viento.
Se dice que es justamente en los tiempos oscuros cuando los ojos comienzan a ver verdaderamente. Se dice que es en medio del ruido cuando se aprende realmente a apreciar el silencio. Se dice que es precisamente de la arbitrariedad de donde germina la preciosa semilla de la tolerancia. ¿Pero por eso hacer arbitrariamente del luminoso mediodía una tenebrosa noche? ¿Por eso permitir que nuevamente se imponga una situación tóxica y asfixiante? ¿Por eso dejar que se imponga sobre la creatividad y la autodeterminación una nueva fiebre normativa?
No. No, pues no es solo mojigatería la denuncia de la expresión artística sacándola de contexto aclamando que hiere sensibilidades. No, pues no se trata solo de dejar la inteligencia en manos de los algoritmos del mejor postor o al amparo de las fluctuaciones del mercado como lo sugiere el supuestamente libre mercado. Al igual que tampoco se refiere solo a un nuevo y burdo intento de conquistar nuevos mercados o afianzar un supuesto liderazgo apropiándose de la cultura de otros. No, porque no es solo eso. Estamos hablando de una profunda confusión que creo que como especie la llevamos todos dentro. El Buddha le llamaba Dukkha: el sufrimiento. Me refiero a nuestra incapacidad de asumir la envergadura del dinamismo que caracteriza este instante. La dinámica de este momento que no acepta un orden erigido por el intelecto como tampoco un futuro preestablecido por el destino. Me pregunto si no es este el origen para tantos conflictos. ¿No es la no aceptación del hecho que todo esta cambiando constantemente lo nos hace aferrarnos a una visión dualista? „Los nuestros“ por un lado, „los otros“ por el otro. Por un lado el bueno, el disciplinado, el moralmente bien situado y por otra parte el malo, el rebelde, el indisciplinado. Me pregunto si es acaso posible alcanzar la realidad más allá de los conceptos limitando nuestra comprensión a los opuestos. La respuesta me parece obvia: No, imposible. ¿Lo pones en duda? Puedes comprobarlo tu mism@ comenzando por poner cualquiera de estos términos dentro de un contexto mas amplio y veras como el significado se modifica. Cambia y sigue cambiando y entre mas hechos se le agrega al contexto más continua cambiando. Osea que se requiere mucha cautela al juzgar sobre una obra o un hecho del pasado, pues de no ser así estaremos empleando la visión de hoy que es una que no corresponde a la de entonces. Es más, puede significar incluso una obstrucción y una manipulación de los hechos ya que la situación ya no es la misma e incluso los actores ya son otros. Lo podemos observar cuando alguien, comprendiendo que internet se alimenta de los datos de sus usuarios pregunta si internet es el nuevo analfabetismo. Así es como funciona eso lo de sacar las cosas de contexto: omitimos el hecho que internet comenzó como un medio para el intercambio libre de información y no como un mercado y ya tenemos el culpable. Lo que una vez más pone en cuestión nuestra comprensión sobre lo que es verdaderamente la practica de la atención plena. Y es que esta no solo cuestiona el apego y el juzgar sobre otros sino que nos demuestra que no es un acto de rebeldía seguir revisando constantemente nuestra comprensión, nuestras costumbres y nuestro vocabulario en cuanto a la sociedad en la que vivimos sino que en realidad una obra de cordura. Es una necesidad y ademas un requisito que nos permite a todos seguir aprendiendo. Un imperativo que desarticula el antagonismo que conlleva toda discriminacion y que desarma el deshumanizante egoísmo poniendo en primer plano la opción de una verdadera alternativa: la de la cooperación y del respeto. Una real y verdadera alternativa porque puede acontecer sin alterar el balance natural de todas las cosas unificando así lo que jamas a estado separado.
¿Te puedes imaginar eso? Poder describir el mundo sin tener que emplear ni engaños ni palabras engañosas? Yo si creo que es posible. Y hasta creo que es mas facil de lo que pensamos ya que puede acontecer ahora mismo. Solo basta con dejar de definirse en función a algo externo. Solo se requiere dejar de compararse con otros. Ese es el espacio en el cual la verdadera magia acontece. Pues solo puede acontecer ahora y a travez de nosotros mismos. A esto si que le llamamos saber ver verdaderamente o saber apreciar el silencio: la cooperación y el respeto. Ser conscientes del hecho que este mismo instante es el único lugar y momento en el cual la semilla de la tolerencia germina.
