Mi cuenco colgado en la pared, inutilizado desde hace tanto tiempo.
Las flores totalmente marchitas, mis sueños me llevan
Más allá de los campos de las montañas
Mi espíritu vuelve al pueblo
En donde todos los días
Los niños me esperan para jugar
Ryokan nació hacia mediados del siglo XVIII en el seno de una familia antigua y prestigiosa, y todos los que le conocieron coinciden en que tenía un temperamento solitario e independiente. De joven, mientras aun esta soñando con la mirada perdida, su padre le increpa y le ordena que deje de soñar despierto. Le dice que si sigue teniendo la mirada perdida terminara por convertirse en pez y Ryokan sale corriendo. Horas mas tarde vuelve su madre y pregunta donde esta Ryokan. El padre le explica lo sucedido y ambos salen en su búsqueda. Al anochecer terminan por encontrarle en la playa justo al borde del agua, esperando convertirse en pez. Pronto manifiesta un gran interés por la religión. Aun no tiene 20 años cuando abandona a la familia, se afeita la cabeza, se pone el kesa y el habito. Dice: “La gente dice que se hacen monjes y practican zazen. Yo primero practico zazen y después me hago monje.” Estudiará las obras de Dogen, y especialmente el Shobogenzo. Acudirá a todos los templos que tienen ejemplares de las obras para consultarlos.
El Japón feudal de esta época esta fuertemente jerarquizado y todos los templos viven bajo la tutela del shogun. Los templos Eihei-ji y Soji-ji se preocupan más de la guerra de poder que tienen entre ellos que de desarrollar la práctica de zazen. En este contexto aparece el joven monje Ryokan y por ello, durante el resto de su vida, huirá de honores y de templos, prefiriendo las ermitas y la vida mendicante. Su comportamiento siempre sorprende por su frescura y por el escaso interés que manifiesta por atraer discípulos y por seducir al mundo social. Prefiere la compañía de los niños con quienes pasa días enteros jugando. Muchos poemas cuentan como le acompañan estos niños y la naturaleza que le rodea.
Una tarde un viejo amigo pasa a verle y Ryokan, encantado, sale a buscar sake para invitarle. Al volver con una jarra llena en la mano, ve la luna en lo más alto del cielo. Fascinado, se para, se sienta y empieza a beber, olvidándose de su amigo. Este, preocupado sale y encuentra a Ryokan borracho, dormido bajo la luna. Vive así, solo, en su ermita. De vez en cuando pasan por allí poetas, artistas o simplemente amigos, visitantes. Con regularidad baja a uno de los pueblos cercanos a mendigar, bailar, beber y jugar con los niños. Hasta el final de su vida no encuentra a Teishin, una mujer de 29 años de rara belleza. Mantendrán una relación muy especial, de la que dan fe los poemas que se intercambiaron. Pasará temporadas con el y estará a su lado en el momento de su muerte.
Después fue ella quien, igual que hizo Ejo con Dogen, conservó y publicó el conjunto de sus obras. En particular una colección titulada “Gota de rocío sobre una hoja de loto”. de: Raphael Triet, 1997.
Mi choza está en medio de un profundo bosque,
Cada año la hierba crece mas espesa
Ninguna noticia sobre
los problemas de los hombres
A veces, el canto lejano de un leñador
El sol brilla y remiendo mi vestido
Cuando la luna se levanta, leo poemas budistas.
No tengo nada que deciros, amigos.
Pero si queréis entender, dejad de perseguir
Tantas cosas.
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Desde que estoy en esta ermita
¿Cuantos años han pasado?
Cuando estoy cansado, extiendo las piernas
Si me siento bien, me voy a la montaña
Las alabanzas o las burlas del mundo
Nada significan
Sigo mi destino y solo tengo gratitud
Por este cuerpo recibido de mis padres
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Este viejo cuerpo usado
Ha visto tantas generaciones de flores
En esta ermita abandonada
En la primavera, si aun estoy vivo,
Volveré a veros.
¡Escuchad entonces
El ruido de mi bastón!
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Hoy ya terminé de mendigar en los cruces de caminos
Errante por el santuario de Hachiman.
El año pasado: un monje idiota;
Este año: ningún cambio.
Hola Ariel, ?que es la verdad? y ?La red no es parte de ella? En Gassho
Gracias Pilar por el comentario. Tal vez no sea una cuestion de comprension a lo que se refiere Ryokan con estos versos sino que a la práctica. Para responder con sus palabras: „El año pasado: un monje idiota; Este año: ningún cambio“. Gassho
…grandes locos libres escapan de la red; construyen la verdad .