Dentro de la rueda de Samsara estan representados tambien los seis reinos del renacimiento. En primer lugar esta el reino de los “deva” o semidioses. Son bellos, gozan de larga vida y son ricos en felicidad. Sin embargo, a causa de esa felicidad permanentemente llevan en ellos las condiciones de la pereza y de la derrota. Su presencia en este mundo se debe a su buen karma anterior, pero ello no constituye más que una etapa hacia la liberación final. Siguen estando en el samsara y, por lo tanto sujetos a volver a aparecer, incluso en un mundo menos propicio.
Después esta el segundo mundo, el de los “asura”.
Los asura son, también, semidioses pero están ciegos por la envidia, dominados por el orgullo y la codicia, y no admiten la superioridad de los deba. Por ello siempre están preparados para combatir para poder obtener un mejor lugar o la satisfacción de sus deseos. Se les representa con rasgos de combatientes armados con arco y flecha, a veces con el cuerpo ensangrentado e incluso mutilado. La simbología de este mundo violento es la del combate por la satisfacción de los deseos, pero también la del combate contra las energías opuestas y de los impulsos perturbadores, los de la mente, los del cuerpo que no consigue satisfacer sus necesidades, que no consigue mantener la postura… Los asura tienten la energía que permitirá algún día sobrepasar el ego.
El tercer mundo es el nuestro, el de los humanos.
Los humanos no entienden nada de lo que pasa ni tampoco el sentido de la vida, del samsara ni del karma, razón por la que siempre están intentando conseguir algo y, por supuesto siempre en el exterior de ellos mismos. Los humanos están fascinados por los millones de reflejos del mundo de Mara y pasan el tiempo corriendo tras ellos y vagabundeando.
En los otros tres reinos los nacimientos son más dolorosos. Son los reinos inferiores. En primer lugar está el infierno que encierra a los seres que cometen actos verdaderamente nocivos para la humanidad. Son verdaderamente demonios y su nacimiento es uno de los peores. Se dice incluso que nunca saldrán de ese infierno. Sobre los tankas que representan la rueda siempre se ve a seres peleándose o torturándose unos a otros o cercados por las llamas. También encontramos estas terroríficas imágenes en al religión cristiana. En otros tiempos se pretendía impresionar a las masas populares y a los seres malsanos prometiéndoles mil suplicios si su conducta era nociva para la supervivencia de la especie.
Después están los animales, el mundo de los animales. Es el de los seres que están dominados por la sexualidad o por la ignorancia y reducidos a sus instintos primarios. Cuando observamos como viven las gallinas y los gallos, aquí en la Gendronniere, podemos comprender en profundidad el sentido de un renacimiento en el mundo de los animales. Os invito a que les observéis. Parece gracioso, pero los gallos se pelean hasta hacerse sangrar para dominar algunas gallinas. Aquí hay varios gallos, es muy interesante. Bueno, se dice que en ese mundo renacen también los seres que se oponen a la espiritualidad o que se burlan de ella.
El último mundo de mal renacimiento es el de los pretas.
A los pretas también se les llama kakis. Son seres que están privados del disfrute material y físico, pues en vidas anteriores han sido egoístas imperdonables. Siempre están buscando comida y se les representa con bocas muy pequeñas, del tamaño del ojo de una aguja y, por lo tanto, condenados a no poder engullir nada sólido. Sue esófago esta totalmente contraído, pero, por otro lado, tienen una gran barriga y un gran apetito. Así que siempre están insatisfechos y frustrados. Y arden de hambre hasta tal punto que a veces en las imágenes se les ve escupir fuego: su interior esta en llamas. En sus peores momentos los kakis están tan alucinados que confunden las basuras con suculentos platos y se lanzan a ellos. A estos seres les ofrecemos el ten con algunas migajas de alimento, esperando que consigan quedar satisfechos. Todo esto nos es extraño ¿no? Podéis observar, tanto en los demás como en vosotros, que algunas de estas características que constituyen los cinco skhandas de la personalidad que consideramos como nuestra, provienen mas o menos de todos esos reinos. Cada cual puede observar en si mismo recuerdos o karmas anteriores que surgen de estos mundos y con los cuales hay que componer la propia vida y jugar en ella. Cuando lo comprendemos, nos volvemos mas tolerantes con respecto a los demás, porque no somos tan diferentes, a veces kakis, demonios o animales. Todos estos componentes están aquí. Estos reinos de renacimiento no son solo simbólicos: ¡también son nuestro día a día!
No obstante, el budismo es esencialmente positivo. Siempre hay esperanza. En cada uno de estos mundos esta representado en una esquina un bodhisattva. Esta allí, sin más no hace nada. Esta ahí para mostrar que nunca esta todo perdido. Y con su sola presencia, sin hacer nada más que estar sentado tranquilamente, como todos los budas, ayuda a los seres del mundo al que ha ido.
Hola Hubert. Para conocer el verdadero budismo no es necesario viajar lejos. Solo sentarse en Zazen. Tomar la postura con cuerpo y espiritu y comprender profundamente, que el dualismo es la verdadera cuasa del sufrimiento. El pensamiento que discrimina: entre yo y los demás, entre una cultura y la otra. En Gassho.
Es bastante interesante, ya que despues de haber nacido e instruido en un pais de cultura cristiana, haciendo acopio de estudios y lecturas llegar a tener un pensamiento parecido al budismo, sin haberlo conocido directamente.