Es solo tu ego por el cual estas sufriendo. Verdadera felicidad es cuando tu ego ya no se pone por delante
Es importante mencionar que todas las enseñanzas en el Zen están relacionadas al aquí y ahora, y este espacio tiempo no es un lugar metafísico si no que el aquí y ahora real, el de cada instante en la vida cotidiana. La vida cotidiana donde muchas veces nos topamos con situaciones donde nuestras mas profundas convicciones chocan con la realidad. Nos topamos por ejemplo con situaciones donde nos toca demostrar con claridad nuestra postura en cuanto a la lucha y la discusión. Por ejemplo en una situación donde se interpreta nuestro movimiento en dirección hacia la unidad por la debilidad y se nos critica, se nos quiere envolver en discusiones, se nos acusa de algo. ¿Como reaccionamos?¿No hacemos nada porque de reaccionar estariamos creando categorias y division? ¿o optamos por tomar posición? Por manifestarnos a través de un Ismo y decir por ejemplo:
– Si, soy budista.
– Si, creo en Buda, Dharma, Sangha.
– Si, te respeto. Y respetame tu tambien porque o si no, no habrá comprensión.
Si optamos por actuar en ese mismo instante nos damos cuenta que hemos dado un verdadero paso adelante. ¿Porque? porque suceden varias cosas muy importantes a la vez: en primer lugar abandonamos incluso la categoría de no hacer categorías. Por otra parte en ese mismo instante realizamos completamente la Vía porque actuamos completamente en sintonía con este instante. Y a través de este hecho reconocemos otra cosa que ademas le da un verdadero vuelco a nuestra práctica: que absolutamente todas nuestras ilusiones son en realidad el inmaculado Dharma.
En el Zazen Yojinki el maestro Keizan enseña: En Ku no hay ni ignorancia ni el fin de la ignorancia. Esto significa que la ignorancia y el fin de la ignorancia no son entidades separadas si no que el doble significado de un principio común. La dualidad se provoca solo debido a nuestra limitada comprensión. Durante Zazen sin rechazar las ilusiones por medio de la voluntad, sino que derivando nuestra atención hacia el balance, las ilusiones por si solas pierden su fuerza Karmica y trascienden hacia la unidad. Siendo así el Satori, la iluminación, esta directamente relacionada a las ilusiones. Y las ilusiones son por lo tanto una condición irrevocable para el Satori.
En la ilusión, el ser humano se encuentra siempre desconforme. Pero el sentirse desconforme causa la búsqueda. De un error al otro, de un Ismo al otro, la búsqueda se convierte en nuestra única orientación. Y tal vez concluyamos al final de esta búsqueda: solo existe este instante y este instante es eterno.
En un Sutra se cuenta la historia de un Brahman que buscaba enfrentarse con el Buda criticándole. Buda Shakyamuni le escucho con paciencia sin responderle hasta que este acabara para después dirigirse al Brahman y preguntarle:
– ¿Haz terminado Brahman? dime, ¿haz tenido alguna vez huéspedes en tu casa?
– Por supuesto respondió el Brahman
– Y les ofreces entonces te y galletas?
– Si claro.
– Y que haces cuando los visitantes rechazan lo que les ofreces?
– Me da lo mismo, dijo el Brahman. Si el huésped no las quiere me las como yo.
Entonces el Buda respondió:
– Brahman, hoy me haz invitado a un pastel de criticas. Yo no lo he aceptado. Te ruego por lo tanto que te lo comas tu mismo. Si hubiese dado una respuesta, esto hubiese significado que estaría aceptando comer de tu pastel. Pero no lo hago. Es todo para ti. Por lo tanto llévatelo contigo.