Debemos ser el cambio que queremos ver – Mahatma Ghandi
Tal vez sean los ideales justamente lo que impide que la paz se manifieste. Y es que no casualmente en nuestros ideales somos nosotros mismos los protagonistas. Nos vemos como héroes dentro de la infinita red de interdependencia entre todas las cosas y seres y establecemos así una frontera invisible entre nosotros y todas las cosas. Pero entonces ¿como cultivar la paz?, ¿hay alternativa al luchar por la paz?, ¿hay alternativa a luchar por nuestro ideal? En cuanto a estas preguntas el Zen enseña que si existe alternativa al luchar. Que la paz se cultiva al ser el cambio que queremos ver. Si queremos paz tenemos que ser la paz que queremos ver. Y al nosotros mismos ser paz nos damos cuenta que todo alrededor nuestro es paz. Despertar a este hecho, es a lo que en el Zen le llamamos realización. Un instante en el que descubrimos que la paz desde siempre nos ha sido muy familiar, que siempre nos ha acompañado, que siempre ha estado ahí aunque algunas veces ocultada por la emoción pero que desde siempre hemos sido paz.
Es así como descubrimos que la paz se encuentra en todas las cosas y todos los seres y que la paz es el Dharma que ha sido transmitido de un Buda al otro en línea directa y sin interrupción. Desde Buda Shakyamuni hasta Eihei Dogen, lo que todos los Budas han transmitido siempre ha sido un mensaje de paz. Sea enseñando el sendero que dirige al cese del sufrimiento o sea enseñando cual es la Vía para superar la dualidad como lo hace el maestro Dogen ya en la primera frase del Genjo Koan cuando dice: “Cuando todos los Dharmas son el Buda-Dharma, hay ilusión y realización, práctica, vida y muerte, Budas y seres sensibles” (1).
Comprendemos así que el Dharma no es algo se que pueda perder porque es, así como la paz, la realidad mas profunda en la que vivimos. Sobre la imposibilidad de que el Dharma se pierda, cuenta la siguiente historia sobre el maestro Tosu Gisei (2) a quien le fue transmitido el Dharma del maestro Taiyo Kyogen (3) aunque ambos nunca se conocieron. Y es que así como la paz, el Dharma siempre esta presente y nos une con todos los maestros del Zen. Depende de nosotros mismos su realización.
Ver la historia de TOSU GISEI aquí
(1) Eihei Dogen, Shobogenzo, Genjo Koan
(2) Según: Francis Dojun Cook (2006): Denkoroku (Crónicas de la transmisión de la luz) Maestro Keizan. Barcelona.
(3) Según: Francis Dojun Cook (2006): Denkoroku (Crónicas de la transmisión de la luz) Maestro Keizan. Barcelona.