Una vieja roca.
Una mano, un ojo.
Un deseo de paz.
No todo lo que brilla es un tesoro y no todo tesoro brilla. Por esta razón es necesario estudiar a fondo lo que es un tesoro. ¿Qué es lo que le hace ser tan valioso? ¿Porque es valioso? ¿De que se componen sus elementos?. Están por ejemplo las perlas. Existen diferentes tipos de perlas. La mayoría de las perlas son blancas y redondas, otras son de distintos colores y formas. Algunas esféricas otras completamente irregulares. Incluso hay perlas negras. Pero aun siendo así todas las perlas, incluso las artificiales, se dan a través de un proceso biológico muy particular. Cuando una partícula, un grano de arena, se introduce entre el manto y la concha se produce una irritación en el manto de la cual el animal se defiende cubriéndola con nácar. Si la partícula permanece ahí el tiempo suficiente, será cubierta con varias capas de nácar, hasta que lo que inicialmente era un grano de arena termina por convertirse en una perla. Opinamos que una transformación parecida a la de una perla ocurre en toda práctica espiritual honesta y entregada. A medida que vamos practicando, vamos experimentando diferentes vivencias, tenemos la sensación de caer, de levantarnos, comenzamos a apreciar el silencio que traspasa absolutamente todas las cosas. El silencio que va mas allá de la dictonomia ruido silencio y del cual surge la sabiduría. Aquella sabiduría que nos enseña a diferenciar desde más allá de la diferenciación. Pues aunque no exista superior ni inferior, también es verdad que no todo lo que brilla es un tesoro, como también es verdad que existen cosas que no brillan y que aun así son verdaderamente enriquecedoras.
El Sutra del loto es un reflejo de la diversidad cultural en el continente asiático de aquellos tiempos en el que fue redactado. Diferentes culturas, filosofías y religiones dejan sus huellas en un texto que con sus historia y parábolas deja una y otra vez demostrado que la verdad es algo que puede ser apreciada desde diferentes perspectivas. Que inclusive puede ser enseñada de diferentes maneras ya que en este mismo instante pueden haber diferentes verdades que coexisten perfectamente sin que se contradigan entre si. La misma historia de la casa en llamas es interpretada como un llamamiento a seguir las enseñanzas de Buda. ¿Pero que significa seguir las enseñanzas de Buda? ¿qué significa ir mas allá de la dualidad o seguir el sendero óctuplo? ¿Será refugiarse en un sitio de la mente que nos otorge mas comodidad? O ¿significara tal vez tomar responsabilidad? Preguntas que requieren un proceso de maduracion. Aun así, hoy en día todavía hay algunos que enseñan „mi práctica es superior, la otra es inferior“ o los que siguen a quienes dicen “o es esto o es lo otro” o los que niegan que existe discrepancia alguna entre las diferentes practicas, que nieguen que existen fenómenos como el sectarismo, porque todos somos hermanos y en definitiva no hay problemas entre todos nosotros. Este es el punto en el cual llegamos a la diferencia entre una práctica genuina y una práctica artificial. Una practica genuina sería saber distinguir desde mas allá de la distinción. Un ejemplo de practica genuina seria saber y enseñar que un instante es pasajero y eterno a la vez. Que lo lejano puede ser cercano y al mismo tiempo lejano tambien. O que el pasado puede haber pasado y por eso haber dejado de existir pero que puede ser el presente también.
Algo que permite que el Sutra del loto mantenga toda su actualidad. Que haga cuestionarnos constantemente, pues solo esta incertidumbre, quizás, nos permita llevar a cabo una práctica que vaya mas allá del karma personal. Y porque el presente contiene en si el pasado también, la memoria se vuelve a actualizar. Algo que podemos observar tanto en nuestra vida individual como en la sociedad. Nos preguntamos, porque las heridas del pasado con acaban de cicatrizar, porque vuelven a doler cuando nos enfrentamos a situaciones parecidas a las que originalmente nos causaron el dolor. Tal vez porque el pasado tan pasado no esté. Lo que también podemos observar en la sociedad. Todos sabemos que pasado nos ha tocado pasar en Chile. Las injusticias desde el punto de vista humanitario que nos ha tocado vivir y aun así siguen quedando sitios, cosas y estructuras sociales que mucho nos hacen dudar. Una de estas cosas es un sitio como la así llamada “Colonia Dignidad”. Un sitio organizado como una secta medieval en los cuales comprobadamente se cometieron los mas horrorosos crímenes contra la humanidad. Y aun así un lugar que todavía existe. Aun se mantiene al parecer protegido por fuerzas superiores como testimonio vivo de que el pasado tenebroso aun sigue aquí. ¿Nos preguntamos si en todo el mundo se estrenó la película sobre la Colonia Dignidad ¿por qué no en Chile? ¿a quien no le interesa que todos la veamos? Y mucho mas importante que eso ¿Por qué aun no se han aclarado íntegramente lo crímenes cometidos y todavía no se ha hecho justicia frente a los niños que sufrieron violaciones o lo prisioneros políticos que fueron asesinados y torturados? Existen tantos testimonios de prisioneros y prisioneras políticas, familiares y ex colonos y aun así la colonia se mantiene ahí. Todo esto lo recordamos no solo para demostrar que el pasado sigue vigente mientras no lo hayamos superado si no que también para recordar que la Colonia Dignidad era sobretodo una comunidad espiritual. Lo que nos invita a todos a cuestionarnos también ¿cómo puede ocurrir que las personas puedan llegar tan legos como hasta cometer los crímenes mas atroces en nombre de la Fe? Una pregunta incomoda, pero muy importante si nuestra intención por superar el pasado y construir un futuro diferente es sincera, ya que como veíamos anteriormente el pasado no esta separado del presente o del futuro como lo solemos pensar desde un concepto lineal del tiempo fruto de la fragmentación. En este sentido, porque el pasado condiciona el presente y el futuro incluso podemos concluir ¿saber de la injusticia y no impedir que se expanda, no condenarla, no enfrentarla, no seria hacerse cómplices de la barbarie también? Dejaremos que cada un@ de nosotr@s responda a su manera a esta pregunta ya que la respuesta debe nacer de la práctica de cada cual.
Para volver a la metáfora inicial sobre el origen de las perlas, si queremos afirmar que somos consecuentes con nuestra práctica es necesario estar dispuestos a ir mucho mas allá de lo que jamás podríamos imaginar. Si queremos que nuestro verdadero ser comience a expresarse debemos estar dispuestos a ir más allá de nuestro karma personal, caminar a través de la incertidumbre, enfrentarnos con nuestras contradicciones y exponernos a nuestro temor. Tal vez quede de esta manera claro que en nuestra práctica nadie puede caminar por nosotros. En la escuela de la vida el maestro se mueve en una determinada dirección y somos nosotros quienes debemos saber dirigirnos hacia el mismo lugar. Las enseñanzas del Sutra del loto no son solo parábolas o historias sin mas, tienen que ver con nosotros, con nuestra vida real. De esta manera incluso tal vez descubramos que desacelerar mas que una opción sea una necesidad. La necesidad de sanar. Por el bien de nosotros, por el bien de los que ya no están y los que están por venir. Parecido a un molusco que en su proceso de sanación va produciendo varias capas de nácar hasta que la partícula que inicialmente le provocaba daño en su interior acaba por convertirse en una perla, en un tesoro de verdad.
